domingo, 9 de agosto de 2009

Eleccion de obbudsman, focos rojos

FOCOS ROJOS EN LA ELECCION DEL OMBUDSMAN NACIONAL


Por Raúl Ramírez Baena*

La partidocracia en acción: El 7 de agosto pasado se publicó en el periódico Excélsior una nota de Leticia Robles que da cuenta que: “La sucesión de la CNDH se enreda por conflicto”; que “Acusan de excesos al Secretario Técnico (Edgard Sánchez) de la Comisión de Derechos Humanos del Senado”. Con ello, se delinea la estrategia para hacer a un lado a la senadora Rosario Ibarra, con el fin de colocar en la presidencia de la CNDH a un personaje afín al statu quo.


Los antecedentes:

- En noviembre de 2007, por primera vez en la historia del Senado, a instancias de la senadora Rosario Ibarra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, se emitió convocatoria pública para que comparecieran ante la misma los aspirantes a ocupar las vacantes de ley para Consejero Ciudadano de la CNDH. En las comparecencias hubo representantes de ONG de derechos humanos, apertura del proceso que fue ampliamente reconocida;

- Posteriormente y de acuerdo a sus facultades, la senadora Ibarra presentó al pleno de la Comisión la propuesta para nombrar a Pilar Noriega y a Gabriela Delgado como consejeras, lo cual provocó que las senadoras del PAN integrantes de dicha Comisión, secundadas por los del PRI, argumentaran que se les intentaba imponer tal decisión. Se retiraron del proceso para realizar “consultas” con sus coordinadores parlamentarios (Santiago Creel y Manlio Fabio Beltrones). Como si estos debieran tomar la decisión y no en pleno de la Comisión de Derechos Humanos;

- A la fecha, las senadoras y senadores del PRI y del PAN integrantes de la mencionada Comisión, no han acudido a ninguna de las sesiones convocadas por la senadora Rosario Ibarra para desahogar el tema de los Consejeros de la CNDH. ¿Seguirán en “consultas” con sus coordinadores parlamentarios?



Los argumentos en la nota periodística de Excélsior:

- Que existe un conflicto interno por los “excesos” del Secretario Técnico de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Edgard Sánchez (nombrado en ese cargo por la senadora Rosario Ibarra, presidenta de la Comisión, con facultades para ello según las propias reglas del Senado);

- Que Edgard Sánchez se ha desempeñado con un “nulo trabajo” (por fin, ¿no que se ha excedido?);

- Que fue líder del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y,

- Que “existen pruebas que desde su oficina promueve la candidatura (a la presidencia de la CNDH) de Emilio Alvarez-Icaza (ombudsman capitalino saliente y fuerte aspirante) y eso implica conflicto de intereses”.



Pregunto: ¿La militancia perretista de Edgard Sánchez lo descalifica para ser el Secretario Técnico de la Comisión de Derechos Humanos del Senado? Como si en las otras comisiones no trabajaran personajes provenientes de diversas fuerzas político-partidistas.



A unas semanas de que inicie el proceso para la sucesión de José Luis Soberanes, la estrategia se observa burda e irresponsable: Tratar a Edgard Sánchez como “chivo expiatorio” para hacer a un lado a Rosario Ibarra y para justificar el traslado de las facultades del proceso a la Comisión de Justicia o a las comisiones unidas de Justicia y de Derechos Humanos, lo cual es contrario a lo establecido en la Ley Orgánica del Congreso General (artículo 86), a la Ley de la CNDH (artículo 10) y a los usos y costumbres parlamentarios. De paso, se vincula a Edgard con el maestro Emilio Alvarez-Icaza para descalificar a este último y matar a dos pájaros de un tiro.



La Comisión de Justicia del Senado la preside Alejandro González Alcocer, ex gobernador panista de Baja California, hoy, a reserva del fuero constitucional, sujeto a proceso penal por orden de un juez federal por haberse autoindemnizado ilegalmente al concluir su mandato, quien además fue un entusiasta y apasionado impulsor y defensor de las anticonstitucionales reformas calderonistas: El arraigo, las intervenciones telefónicas y los cateos domiciliarios sin orden judicial, que han sufrido muchos mexicanos inocentes. Estas medidas han dado pie a graves delitos cometidos por el Ejército mexicano como la tortura, denunciados ante la CNDH, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Relator contra la Tortura de la ONU, publicados en el Washington Post y en la revista Proceso, entre otros medios.



Es evidente que hay una serie de argumentos y maniobras en el Senado que se tratarán de legitimar en la Junta de Coordinación Política, con el fin de evitar que llegue a la titularidad de la CNDH un personaje independiente y comprometido con los derechos humanos y la democracia, incómodo a las administraciones federal y estatales.



Conociendo sus métodos, tampoco podemos descartar la intervención de José Luis Soberanes para dejar en su lugar a un titular afín, como cabildeó en el 2007 para que no se eligiera en el Senado a nuevos Consejeros Ciudadanos de la CNDH.



Mal haría el senador Carlos Navarrete, coordinador de la fracción del PRD, en aceptar que las comisiones unidas de Justicia y de Derechos Humanos conduzcan el proceso para la renovación del ombudsman nacional. A menos que sea un compromiso con el Secretario de Gobernación a cambio de presidir el Senado a partir del 1º. de septiembre.



De ser así, o que la Comisión de Justicia se apropie del proceso, todo sería una mera simulación y se daría el tiro de gracia a los principios que inspiraron la creación del Sistema Ombudsman Nacional de Protección de los Derechos Humanos, el más grande del mundo. No es casual que en las entidades de la República, sucesivamente, se elijan por los partidos en contubernio con los gobernadores, a titulares de los organismos públicos de derechos humanos, aún y a pesar de que no se cubran el perfil y los métodos democráticos de elección inspirados en los “Principios de París”. ¿De eso se trata ahora?



*Presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, AC,
Ex ombudsman de Baja California y aspirante a Consejero Ciudadano de la CNDH.
Mexicali, B.C., agosto de 2009

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