sábado, 30 de mayo de 2009

Hasta dónde el secreto profesional

Hasta dónde el secreto profesional



Por Bartolomé Rubio Hernández

Presidente de la Asociación de Periodistas de Tijuana (APT)



El maestro, Ernesto Villanueva, en su libro Régimen Constitucional de la Libertad de Expresión e Información, 1996-1997, asegura que en otras naciones el derecho profesional es consagrado en la legislación mientras que aquí, en México, se hace o tiene un carácter discrecional.

En Suecia el periodista está obligado a guardar en el anonimato sus fuentes de información. Y ello es más que un derecho, una obligación. Si no lo acata es sancionado.



En nuestro país, en octubre del 2003, los reporteros de la revista Época, lograron convencer al Juez Séptimo de Distrito, en el Distrito Federal, Juan Moreno Miramontes, en la causa penal, 72/2003, que apoyara su derecho a no revelar sus fuentes tras una demanda por un reportaje publicado en esa revista, denominado: “Drogas y Pedofilia Caminan de la Mano ”.

Los abogados de los reporteros tuvieron que movilizarse y presentar a la autoridad pruebas, acuerdos y convenios internacionales, para demostrar que les asistía la razónen torno a secreto profesional y fue así que evitaron ser sancionados.



Miguel Badillo, de la revista Contralínea, de la ciudad de México,en enero de este año 2009, no tuvo la misma suerte, y tras una demanda de la distribuidora de gas, Grupo Zaragoza, para que revelara sus fuentes, al no acudir a la cita con el juez, sus abogados tuvieron que recurrir a un amparo para ser liberado.





Quiero aclarar que el hecho de que los periodistas de la revista Época hayan logrado que un juez desechara la denuncia y los protegiera para no revelar sus fuentes, crea un precedente y el inicio de una jurisprudencia en esta materia.

Abogados aseguran que sólo faltarían cuatro juicios más con esta característica para que cualquier periodista en México se pueda defender, jurídicamente, de quien pretenda obligarlo a revelar sus fuentes de información.



En las actuales circunstancia en nuestro país, de inseguridad e impunidad, no sólo para el ejercicio periodístico sino para la convivencia de la población en general, publicar un escrito o hacer responsable de éste, suele ser muy delicado para un periodista.

En la fuente policiaca se dan casos en que funcionarios “sueltan” documentos para exhibir a gente involucrada en actividades ilícitas.

El reportero, con el ánimo de “ganar la nota”, aceptada la información extraoficial, pero muchos se han dado cuenta que sólo servían a los intereses de bandas de narcotraficantes que usan al periodista para atacar a sus contrarios.



Sumado a ello el riesgo que representa para los reporteros, que en el afán de ganar información, se exponen al riesgo de ser vulnerables a denuncias penales o victimas de quienes se sienten afectados.



En este caso, cuando se trate de información que nos exponga al extremo, no es recomendable aceptarla, si ésta no está al menos sustentada por un juez o ministerio público.

Nuestro derecho a no revelar nuestras fuentes, básicamente funcionaría en investigaciones periodísticas que involucren al poder público, personas y empresarios en actos de corrupción, pero no cuando éstas estén relacionadas con la delincuencia organizada. En estos casos está la autoridad competente quien debe asumir su responsabilidad.



En torno a la propuesta para mejorar los niveles económico, sociales de los periodistas y reporteros, es necesario recordar la propuesta que hacía el presidente de Estados Unidos Thomas Jefferson, quien fue un gran defensor de la libertad de prensa, desde 1791 y hasta su muerte en 1826.

El decía que si le pidieran decidir entre un país sin gobierno o un país sin periódicos, él se inclinaría por el primero. Pero además Jefferson, fue quien propuso impulsar una economía basada en el auto-empleo y no de asalariados.

Esto viene a colación porque en las actuales circunstancias económicas, en donde la mayoría de los periódicos tienen problemas económicos y muchos reporteros han sido despedidos, tanto en Estados Unidos y México, impulsar proyectos de micro-empresas en la actividad periodística, creo que es la mejor opción , no sólo económica, sin incluso de mayor independencia como informadores



Las oportunidades que nos da el Internet, a través de las paginas web, nos abre espacios para aquellos que trabajamos por nuestra cuenta, creando nuestro propio medio de información, una revista o periódico digital, comprar espacios en medios electrónicos: radio y televisión.



Por ello creo que es viable la propuesta del diputado Catalino Zavala, ya que vendría a reforzar a aquellos periodistas que pretenden auto-emplearse, al apoyarlos con seguridad social y económica para sostener sus pequeñas empresas.



Hacemos un llamado al Congreso estatal, para que con responsabilidad aborden el tema de esta ley, la cual esperamos se consolide a la brevedad.

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